Hipocrás

Hoy he tenido la gran suerte de tener la visita en mi blog del Peregrino de la Blogosfera y la verdad estoy muy contenta, aqui os pongo su artículo, espero que os guste.......

Hipocrás

El Peregrino de la Blogosfera llega a casa de Lucía que posee un rincón muy sabrosón y bastante apetecible ya que aquí los platos que nos ofrece están para comérselos.

Pero como mis lectores habituales saben, a mí la cocina se me da bien pero para salir del paso en el día a día, de la cocina ciertamente lo que más me gusta es su historia, por ello hoy vamos a hablar del Hipocrás.

Comenzaremos por la receta para que ustedes tomen buena nota y quizá se animen a preparar esta bebida que muchos aseguraban tener efectos medicinales, algo que luego les contaré, pero primero los ingredientes conseguidos en Libro de Cozina de Ruperto Nola (gracias a Jesús Callejo supe de él)

“Canela cinco partes, clavos tres partes, jengibre una parte. La mitad del vino ha de ser blanco y la mitad tinto. Y para una azumbre seis onzas de azúcar, mezclarlo todo y echarlo en una olla vidriada. Y darle un hervor, cuando alce el hervor no más, y colarlo por tu manga tantas veces hasta que salga claro.”

No es muy complicado verdad, esta receta es muy antigua y a día de hoy muy pocos saben prepararla, yo he tenido el placer de probarla y está muy rica esta bebida.

En la Edad Media el vino y la cerveza eran las bebidas más típicas, en las zona de viñas el vino predominaba y en la zonas de cebada la reina era la cerveza, por ello en España de siempre le hemos pegado mucho al vino, al buen vino de nuestras uvas.

Hacer una mezcla en la lengua griega se decía Krasis, de ahí proviene la palabra Hipocrás con el que damos nombre a esta bebida, de mezclar vino con miel.

Ustedes dirán en estos momentos que la miel no aparece en la receta que les he mostrado con los ingredientes y tiene su lógica ya que el azúcar era un bien muy preciado y casi inalcanzable al igual que lo era la sal, por ello que la miel era el mejor sustituto para dar el dulzor deseado en aquella época a la que hoy nos estamos remontando.

Esta bebida se tomaba caliente, por ello que era muy preciada para curar las gripes y los refriados, hacer una parada en las tabernas de la Edad Medía tenía que ser todo un lujo ya que en menos de media hora tenían preparada la bebida Hipocrás que sin duda entonaba el cuerpo para continuar con las faenas pendientes.

Yo la probé hace muchos años en un pueblo de la montaña palentina, allí el cocinero puso medio litro de vino tinto, otro medio litro de vino blanco, le añadió canela, clavos y jengibre y miel, todo esto en las proporciones adecuadas, lo calentó hasta que empezó a hervir y luego lo colo varias veces para tomarlo en un vaso de barro a una temperatura templada.

Lo cierto es que está muy rico y es una pena que muchos desconozcan esta bebida que ya no está en uso, mi amigo palentino me decía que tras una buena comida, nada como un buen trago de este mejunje para hacer una buena digestión.

Hoy les invito a todos ustedes a preparar esta bebida y que por unos instantes se trasladen a aquellos tiempos de Reconquista en la Edad Media.

Y como siempre les dejo una pregunta para que contesten en un comentario, ¿Conocen ustedes alguna bebida más que ya no se use? Estoy seguro de que sí, así que si son tan amables nos lo cuentan en un comentario y pueden dejar su receta con los ingredientes necesarios para prepararla.

Gracias Lucía, ha sido un placer pasar por tu rincón, un día de estos tenemos que comer juntos, tú haces un plato y yo otro, el pollo con frutas me sale divino, pero eso es otra historia que la dejamos para la siguiente peregrinación.